Adiós Dr. House, bienvenido Dr. Blues


Ya pasaron ocho años desde que David Shore creó Dr.House. Ocho temporadas desde que por primera vez vimos un capítulo en el que se nos mostraba al excéntrico Gregory House, director del Departamento de Diagnóstico y encargado de curar las enfermedades más anormales en un hospital ficticio de Nueva Jersey.


Poco a poco el público repartido en 66 países se fue encariñando con este personaje extraño, solitario, miserable y ególatra interpretado por el inglés Hugh Laurie.

La serie genera una relación de amor y odio frente a un personaje que cura miles de vidas sin parecer que le importara más que su propio ego y su capacidad de resolver acertijos. Y es que además de salvar vidas, la serie tiene un tinte detectivesco que hace ver en Gregory House un parecido con Sherlock Holmes, y en realidad cualquier detective salido de un policial negro.

Esta serie, catalogada como una de las más vistas en todos los tiempos, llega a su fin después de ocho exitosas temporadas. La decisión fue comunicada por los productores y por el mismo protagonista de Dr. House – Hugh Laurie – el 8 de febrero de 2012.

El título del último capítulo, llamado “Todos mueren” generó la intriga de los seguidores de Dr. House antes de que se transmitiera el pasado 21 de mayo. En el último capítulo quedaban varias cosas por resolver, y la posibilidad de que todo se solucionara con las muertes de los personajes no parecía adecuada. El diagnóstico de cáncer fulminante de Wilson, su mejor y único amigo, y la noticia de que debería volver a la cárcel por haber dañado seriamente el hospital con una de sus “bromas”, fueron los hechos más importantes que en el último capítulo debían solucionarse.

El final de Dr. House llegó. Sin embargo, a diferencia de otros casos en los que lentamente los personajes de las series más trascendentes quedan en el pasado, al parecer seguiremos escuchando el nombre de Hugh Laurie por mucho más tiempo. Como en la ficción, el actor es melómano en la vida real. Su amor por la música hizo de su personaje un ser más humano y en lo personal le permitió unir sus dos pasiones: la actuación y la música.

La buena noticia para los que lo van a extrañar es que también es virtuoso en la música. Su disco debut titulado “Let them talk” obtuvo una enorme aceptación del público, con más de 300 millones de visitas en YouTube y 1.500.000 discos vendidos. Sin embargo, Hugh Laurie no pudo desatarse de la imagen de su personaje y es conocido como Dr. Blues en el mundo de la música.


Hugh Laurie se presentará el próximo 8 de junio en el estadio Luna Park, seguido de una función en el Teatro Metropolitano de Rosario y por último una visita a Chile que concluirá su gira.

Por Yasmin Reddig

Una realidad no tan "rosa"


Hace algunos días se estrenó la apuesta en unitario de Canal 13: Condicionados. Históricamente la productora Pol – ka tiene acostumbrado al público a que en este género hace realizaciones que escapan al formato de producción de tira diaria. Son productos orientados a un target de clase media para arriba, culturalmente más formados. Ello se ve en la calidad de los libretos, que son mucho más trabajados; en la dirección, en las actuaciones… En la producción general. 



Ejemplo de esto es Vulnerables, Para Vestir Santos, Tratame bien y El Puntero. Estos unitarios también se caracterizan porque sus elencos no están formados por actores que participan de tiras diarias, sino por otros de prestigio en el ámbito del teatro, que habitualmente no trabajan en la pantalla chica y sólo lo hacen cuando se trata de proyectos que realmente les interesan. Julio Chavez, Alfredo Alcón y Cecilia Roth son algunos de ellos.

En Condicionados, al menos en el primer episodio, hay varias cosas que no funcionan.
Oscar Martinez interpreta al padre de una familia en decadencia que se dedica a hacer películas pornográficas. Está en crisis con su mujer,  Soledad Silveyra, que fue estrella en muchas de ellas. Sus dos hijos convivieron con esta situación durante toda su infancia como si fuera algo común, y hoy día son jóvenes adultos que ayudan a su padre a intentar sacar la empresa del pozo en el cual parece estancada. A ellos se suma una hija de 11 años no reconocida del protagonista, que va a vivir con ellos en ese contexto supuestamente normal.

La caricatura y falta de realidad sobrevuelan la historia de forma continua, e intenta cruzar límites en los cuales hay una frontera muy limitada entre querer captar la atención del espectador y el “golpe bajo”.  Los desnudos y violencia verbal son constantes e innecesarios. Y si bien el programa está puesto fuera del horario de protección al menor, hay escenas en las cuales hasta un adulto puede sentirse golpeado. Como la escena bastante explícita a modo flashback en la cual Soledad Silveyra está “actuando” para su marido, y sus hijos pequeños la espían sonriendo. Y cuando ella los ve les dice “¡Vayan a hacer la tarea!”.

Condicionados tiene muchos elementos basados en la película Boogie Nights del año 1997, hasta en su estética y gráfica. Se trata de una cinta de Paul Thomas Anderson, quien posteriormente dirigió Magnolia.  En ella se veía a también a una “familia”  que se dedicaba al negocio de la pornografía, y posteriormente su decadencia. La película estaba dividida en dos: una primera en la cual se mostraban los excesos y atractivos de vivir en ese mundo, y luego todas las consecuencias y decadencias que trae consigo dedicarse a una profesión llena de excesos. 

Los personajes pertenecían a este mundo pero eran creíbles, con la excelente Julianne Moore haciendo el personaje que hoy quizás le corresponde a Silveyra. Pero el enfoque estaba claro, y es lo que el público, aunque muchas veces no lo manifieste, es lo que quiere ver: que las malas acciones tengan consecuencias. Y en Boogie Nights uno sigue la evolución de sus personajes en modo cronológico, y cuando pasan 15 o 20 años, se ven las consecuencias.

Hay quienes pueden dar una mirada más banal al tema y decir que quienes se dedican a esa profesión también hacen una forma de arte. Que se trata de la libertad de cada uno y que no debe ser violada. Y la pornografía no es el  negocio “rosa” que quizás Condicionados muestra que fue en una un momento. Es un una industria en la cual, si se ve desde lo ético, es un golpe directo a los bajos instintos del ser humano, en el cual las personas y en especial la mujer son llevados a un extremo de denigración en el cual parecen animales. Y detrás de esa industria, hay otra más oscura que tiene que ver con la explotación sexual ilegal de personas con necesidades, trata de blancas y tráfico de estupefacientes. Eso se incrementa aún más en un país como la Argentina, en el cual hacer este tipo de películas es legal, pero no existen regulaciones ni controles sobre el tema. Y si se leen las historias de quienes se dedicaron a esta profesión, gran parte de ellos terminaron en suicidio, internados en hospitales psiquiátricos, e incluso asesinados. Claramente no es un negocio “rosa”.

Por ello todo lo que sobrevuela en Condicionados es irreal, y el principal problema no es el tema sino el enfoque. Las ficciones continuamente tratan temáticas negativas, desde el ángulo negativos que les corresponde. Condicionados se mete en una temática oscura, pero que aparece como normal y hasta positiva. El primer episodio finaliza con una fiesta de los 30 años de esta productora, en la cual se hace un homenaje a todo lo que se vivió en esas tres décadas. Y en el final se hace un cierre copiado de la escena inolvidable de Cinema Paradiso

En la original se veía a su protagonista emocionado en una sala de cine, observando un clip de imágenes de besos censurados en las películas que proyectaban en su niñez. Todo ello con una música de Ennio Morricone. En Condicionados está Oscar Martinez frente a un proyector, también conmovido, con la misma música y planos casi iguales a los utilizados en la película de Giuseppe Tornatore; pero viendo imágenes pornográficas de los “backstage” de sus películas. Cinema Paradiso cierra con un homenaje al propio cine, el primer episodio de Condicionados parecería que lo hace con un homenaje al cine porno.  Y el público Ibope habló: este primer episodio midió 15 puntos en su estreno, un promedio bastante bajo para un estreno de Canal 13.

Por Juan Pablo Martínez Kolodziej

Perdidos en la Tribu



Luego de que Gran Hermano 2012 terminara rápidamente con resultados decepcionantes, Telefé no perdió el tiempo y trata de redimirse con Perdidos en la Tribu un docu-reality que lleva cinco episodios emitidos. Co-producido por Eyeworks Cuatro Cabezas y Telefé, y conducido por Mariano Peluffo, esta nueva propuesta pretende volver a captar el interés de los amantes de los realities de una manera diferente. 

La catalogación con el nombre de docu-reality se debe a que el programa pretende mostrar aspectos profundamente culturales, a la vez que permite a los televidentes ser testigos de la convivencia diaria entre los participantes y los integrantes de las tribus en las que son insertados.

La producción del programa convocó a tres familias argentinas con el objetivo de enviarlas a distintas tribus de África y Asia en las que deberán demostrar sus habilidades de convivencia.

En Etiopía la familia Moreno compartirá la vida diaria con la tribu Hamer; la familia Funes participará en Namibia junto a los Himba; y la familia Villoslada vivirá con los Mentawai en Indonesia.

El objetivo del reality es claro: la familia que, luego de un intenso mes de convivencia, logre la mejor adaptación a su tribu en cuanto a forma de vida y costumbres se llevará el premio de 300.000 pesos.

A pesar de que pueda haber similitudes, Perdidos en la Tribu se distingue de Expedición Robinson – emitido en la Argentina en los años 2000 y 2001 – por el hecho de que se trata de tres familias en distintas tribus y porque el fin último no es la competencia constante en juegos y desafíos, sino el intercambio cultural intenso y la adaptación a formas de vida distintas.

El programa ya ha dado muy buenos resultados en países como España, Alemania, Holanda y Bélgica, lo cual probablemente se deba a la curiosidad de los televidentes por conocer experiencias de vida que difieren totalmente de las nuestras. Las familias se enfrentan a escalas de valores distintos, a ritos y costumbres que nosotros relacionamos con los orígenes de la humanidad y no con personas que viven en el mismo mundo que nosotros, hoy.

Un docu-reality como este tiene mucho más que ofrecer que una casa en la que se encierra un grupo de jóvenes a pasar el verano. Aquí se trata de adaptarse a lo distinto, de entender diferentes concepciones sobre la medicina, la religión, el rol de la mujer, la alimentación o los patrones de belleza.

Perdidos en la Tribu fue emitido por primera vez el lunes 23 de abril a través de Telefé y tan sólo lleva cinco programas. Está por verse si lo que aporta es realmente intercambio cultural y adaptación respetuosa o más bien una saciedad del morbo y la curiosidad de los televidentes.

Por Yasmin Reddig

Charlie Sheen vuelve con Anger Management


¿Recuerdan Locos de Ira? La película en la que Adam Sandler se sometía a las peculiares sesiones de terapia de Jack Nicholson, no quedó en el pasado.  A casi 10 años de su estreno volvemos a hablar de ella gracias a Charlie Sheen, quien encarnará a un terapeuta en la nueva serie Anger Management.


Charlie Sheen emprende este nuevo proyecto tras su abrupta salida de la exitosa serie Two And A Half Men, en marzo de 2011. Su retirada, que fue rápidamente suplida con la presencia de Ashton Kutscher, se debió a las intensas diferencias con Chuck Lorre – productor de la serie – respecto del comportamiento del actor, quien había sido internado varias veces en clínicas de rehabilitación durante los últimos meses.  

A pesar de sus problemas personales, Sheen no perdió el tiempo y vio una gran oportunidad en la nueva serie producida por Joe Roth. Se trata de Anger Management, una serie basada en la película que lleva el mismo nombre y que será transmitida por primera vez por FX el próximo 28 de junio si las cosas funcionan bien… Y es que Revolution, la productora de Roth, ha sido demandada por 50 millones de dólares.

Jason Shuman, productor y dueño de Blue Star Entertainment, asegura que ha sido víctima de una estafa por parte de Revolution. En 2010 él y su equipo fueron contratados por Roth para analizar la filmografía de los estudios Disney y Fox en busca de material televisable.  Su trabajo incluyó la investigación, el desarrollo de los personajes, la contratación de actores y las negociaciones con los canales. Por todo esto se había acordado que la productora de Shuman recibiría una importante suma de dinero y distinciones especiales en el programa. En mayo de 2010 Shuman y su colega William Sherak firmaron contratos con Revolution que prueban su participación en este proyecto.

Un año después, cuando Joe Roth y Charlie Sheen comenzaron las negociaciones, luego de las cuales Sheen se convertiría en protagonista y co-productor de Anger Management, el contrato entre Shuman y Revolution quedó en el olvido. Revolution se niega a cumplir lo pautado por el contrato, lo cual llevó a Shuman a demandar a Roth por incumplimiento del contrato, fraude y acción declarativa.
Mientras la demanda de Shuman a la productora de Joe Roth sigue siendo procesada, se espera que esto no afecte al desarrollo de la nueva serie, cuyo primer capítulo será emitido el 28 de junio por FX.

El regreso de Charlie Harper

Chuck Lorre mató al personaje de Charlie Sheen en Two And a Half Man en el primer capítulo de la novena temporada, pero no se quedó con la última palabra. Con la clara intención de referir a los conflictos con Lorre que terminaron con la repentina muerte de su personaje, el primer teaser de la nueva serie de FX muestra a Sheen despertando en un ataúd y haciendo una mueca, mientras la voz en off anuncia “Charlie Sheen murió… y se fue  a FX”.


Sin embargo, a pesar de los conflictos entre Chuck Lorre y Charlie Sheen, a principios de este año los medios anunciaron que habían comenzado nuevas negociaciones.

Charlie Sheen será el protagonista de Anger Management a la vez que reaparecerá en forma de espíritu en la décima temporada de Two And A Half Men. En una entrevista a principios de este año Lorre afirmó: "Él sabe que no mostró una actitud positiva y ya se ha disculpado por eso y por haberme insultado. Ashton Kutcher es un gran actor y es muy simpático, pero es lógico que la audiencia se desplome cuando el actor principal es remplazado".

Por Yasmin Reddig



¿El fin de CUEVANA?



En una nota de agosto de 2011, explicábamos que Cuevana – la plataforma gratuita más exitosa de series y películas online – nace en un contexto cultural especial, en el que no se acostumbra pagar por los contenidos en Internet. Se trata de un proyecto ideado y lanzado a fines de 2009 por tres amigos, oriundos de la provincia argentina de San Juan.

Durante las últimas semanas de noviembre, Cuevana se vió amenazada por varias demandas por parte cadenas de renombre mundial. La cadena Turner logró que la Secretaría Argentina de Comunicaciones y a la Comisión Nacional de Comunicaciones (CNC) bloquearan el acceso desde Cuevana a los links de tres series televisivas que se transmiten por I.Sat: Falling Skies, Bric y 26 personas para salvar el mundo. Por otro lado, el 22 de noviembre pasado el canal estadounidense HBO presentó una causa penal contra el sitio, que pasó a manos de un Juzgado de Instrucción en Buenos Aires. En el ámbito nacional, Telefé no se quedó atrás y denunció al portal por la difusión ilegal de contenidos.

Lo que aún salvaba a Cuevana del hundimiento es que el sitio no almacena los contenidos, sino que facilita los enlaces a ellos. En cuanto a esto, en la Argentina existe un vacío legal que hasta ahora protegió a sus creadores de las acusaciones por violación a la ley 11.723 de Propiedad Intelectual.

En una entrevista a BBC Mundo, el experto en derecho informático Nicolás Tato, explicó: "La ley de derecho de autor establece que comete un delito quien almacena o exhibe copias ilícitas de un material protegido. Pero la norma no aplica a un medio virtual como Cuevana, que es un buscador de material protegido, pero no lo almacena ni lo exhibe".

Sin embargo, el comienzo del nuevo año no trajo alivio al sitio, que con la caída de Megaupload el 19 de enero sufrió uno de los golpes más bajos. Megaupload, al igual que Wupload – que también fue bajada de la red por las autoridades de los Estados Unidos, eran sitios en cuyos servidores se alojaban los contenidos que Cuevana enlazaba. De esta manera, lo que antes protegía al sitio de las demandas legales ahora amenaza su existencia, ya que el funcionamiento de Cuevana depende totalmente de este tipo de sitios a los cuales sólo se proporciona un link.

Ante la pérdida de sitios como Megaupload, que desestabiliza la descarga ilegal de contenidos de internet, Tomás Escobar afirma en una entrevista a TN Tecno: “Cortar una cabeza significa que van a nacer dos o tres más, y la problemática va a seguir. Lo que hay que cambiar es la pregunta, el problema no es Cuevana”

A estas amenazas se suma la llegada al mercado de competidores como Netflix, que ofrecen acceso legal a series y películas a cambio de una cuota mensual. Sin embargo, muchos usuarios de esta plataforma están manifestando su descontento en las redes sociales. Abundan los comentarios de este tipo:




Podría parecer viable la solución de que Cuevana cobre por el uso del sitio, que ya cuenta con 12 millones de usuarios de todo el mundo. Pero Tomás Escobar, uno de los fundadores del sitio, descarta esta posibilidad. Su postura queda confirmada con la de miles de usuarios, que antes de pagar una cuota mensual buscarán la forma de acceder a los contenidos de forma gratuita.

A pesar del vacío que existe en la legislación argentina respecto de la Propiedad Intelectual en Internet, ya existen antecedentes de demandas judiciales exitosas a sitios web. En octubre de 2011 fueron procesados los dueños del sitio Taringa! por facilitar la descarga ilegal de libros.

Cuevana sigue en funcionamiento, aunque el tráfico de usuarios y su satisfacción han sufrido una enorme caída. Mientras los usuarios buscan nuevas formas de acceder a sus series y películas favoritas Tomás Escobar parece haberse resignado: “[Cuevana] no tiene anuncios de publicidad. Tampoco es una empresa y no puede facturar, no tiene formas de ingreso. No te puedo decir que pueda mantenerlo por mucho tiempo más, pero hoy es así”. 

Por Yasmin Reddig



El público otra vez eligió lo simple

Hay muchos factores que hacen al éxito o fracaso de un programa de televisión. Y algunos de ellos no se pueden medir. Puede tenerse el mejor libreto, actor, director, producción… y al momento de ponerse al aire no funciona. El público no hizo conexión con el programa, o como se diría de otra manera: “No hubo química”. Y es que quizás el error no está en los propios productos, sino muchas veces en el horario, o quizás el momento en el cual se estrena, la audiencia está esperando algo diferente. Y el gusto del público se puede seguir, pero muy pocas veces se puede predecir. Es por ello que muchas veces apuntar a lo clásico es la apuesta más segura cuando la situación es de incertidumbre.

En el mes de febrero Telefe y Canal 13 estrenaron sus dos apuestas de ficción adulta para la noche: Dulce amor y Lobo. Ninguna de las dos terminó saliendo como querían sus productores, la diferencia es que ambos consiguieron resultados my diferentes. 



Dulce amor fue concebido como un “culebrón” para la tarde. Una novela de la misma talla de Amor en Custodia, Se dice amor, y otras producciones clásicas de Enrique Estevanez. Telefe calculó tener un Gran Hermano 2012 exitoso en horario central hasta fines de marzo, y lanzar esta ficción para ir conquistando la tarde, contenido que en este momento no hay en esa franja horaria en la tv nacional. Frente a la poca repercusión del reality estrella del canal, la dirección artística de la emisora se arriesgó a colocar un culebrón como Dulce Amor a las 22 hs con todos los riesgos que eso implica. Y aunque la expectativa del público en un principio no fue buena, la novela creció y hoy lidera su horario. Canal 13 hace 2 años experimentó algo similar. Malparida se preparaba como una telenovela clásica para la tarde, y cuando Alguien que me quiera no supo batallar el horario central del canal del solcito, pasaron ésta última a un horario vespertino y la ficción protagonizada por Juana Viale se quedó con el central, liderando ampliamente la franja durante todo el año.

Lobo fue ideada por Pol-ka como una gran apuesta. Una ficción con elementos fantásticos y oscuros, siguiendo la tendencia mundial de las películas y series sobre vampiros con hombres lobo. Luego del éxito de Herederos de una venganza, en la cual se mezclaban elementos de la telenovela con otros de ciencia ficción, Canal 13 buscó doblar la apuesta con una ficción un poco más arriesgada. El elenco no era menor: Gonzalo Heredia como protagonista, luego de descansar un año su imagen después del éxito de Malparida. Y Celeste Cid, personaje controversial y exitoso que venía de la buena aceptación de Para vestir santos. Sin embargo, problemas de salud de la protagonista en los últimos meses del año complicaron a la producción y debieron salir en busca de una nueva figura que la reemplace. El resultado fue que Lobo se terminó lanzando al aire más tarde de lo previsto, y con resultados negativos frente a la competencia. 



De un lado está Dulce amor promediando entre 18 y 20 puntos, del otro está Lobo con 11 a 13 puntos. La primera es un culebrón simple con triángulos amorosos, con personajes que son buenos y otros muy malos. La otra es una novela fantástica, de muy superior realización, pero con elementos algo más complicados que su competencia. Es sabido que el público de las telenovelas no es el mismo que el de las series. Las “vueltas de tuerca” complicadas nunca funcionaron en este género. El Deseo, El Capo, Una familia especial, etc; son casos que demostraron ello. Los que miran culebrones permiten nuevas fórmulas dentro de cada ficción siempre que la trama no sea complicada. Frente a Dulce amor y Lobo la elección es clara. Otra vez, la audiencia eligió lo más simple.

Por Juan Pablo Martínez Kolodziej

El reality: Salvavidas del verano

Gran hermano es el comodín de todos los canales que poseen derechos de este exitoso formato de la productora Endemol. Las primeras emisiones fueron producto estrella de los medios y ocupaban el horario central en la temporada alta de la televisión (en Argentina va de Marzo a diciembre). Sin embargo, a medida que las ediciones fueron transcurriendo la importancia fue decayendo, y hoy día (con lógica) el formato se utiliza para las temporadas bajas en facturación publicitaria. Si bien en apariencia aparenta ser un programa caro, es un gasto que se tiene la primera vez cuando se arma toda la estructura de la casa – estudio. Una vez que eso está montado, se deja allí para que transcurran las diferentes ediciones. Cuando llega el verano y se debe poner en pantalla un show que esté en horario central pero no sea caro de producción, se recurre a los realities. Un puñado de participantes desconocidos sin sueldo sale en pantalla y logra mantener audiencia. Es verdad que hay todo un equipo de producción detrás, pero es sabido que los sueldos más altos los llevan quienes aparecen en pantalla. Éste no es el caso. 



Para esta estrategia Telefe recurre a Gran Hermano, y los canales en el mundo que tienen los derechos hacen lo mismo. Estados Unidos en breve va a lanzar la edición número 14, y en Argentina está emitiéndose la séptima. Sin embargo esta última no trajo los resultados esperados para el canal. Hubo un muy mal arranque, cambio de conductor, y frente al término de Showmatch en la competencia hubo una leve subida en la audiencia general del programa. Pero está lejos de llamarse éxito. Y no se trata sólo de la pantalla fría que tuvo el canal, aunque paulatinamente está calentándose.

Quienes son seguidores del reality argumentaron que el principal error está en el casting. Un reality es como una ficción: Hay protagonistas y actores de reparto. Cuando se eligen los participantes de Gran Hermano se piensa en quienes podrían llegar a ser los protagonistas. Quiénes van a ser los buenos y quiénes los malos. Sobretodo los malos, porque son éstos quienes general los conflictos en la casa. Si no hay malos o problemáticos, no hay obstáculos, no hay argumento. Esto es lo que compromete al público a seguir el programa. Este Gran Hermano estuvo lejos de generar un personaje como el famoso “Cristian U”, y aún más lejos del Gastón Trezeguet de la primera emisión. Ambos despertaban admiración y enojos al mismo tiempo.

En la vereda de enfrente Canal 13 puso también un reality, aprovechando la temporada baja: Soñando por bailar. Este programa, que puede entrar en un nuevo género llamado “Reality de realities”, en la pasada edición no fue un éxito. No generó personajes que sobresalieran y llevaran adelante al programa. Pero este año incorporaron figuras que tuvieron sus 15 minutos de fama en Showmatch, entre ellos los fans de Wanda Nara y Graciela Alfano. Con peleas, llantos e insultos lograron generar empatía en el público multitarget que sigue este tipo de formatos, y el resultado a nivel de audiencia es positivo y bastante mejor que el de la pasada edición.

Frente al fracaso de este Gran Hermano 2012 muchos dicen que es que el formato está agotado. Sin embargo se sigue emitiendo en más de 20 territorios alrededor del mundo. Pero bastan los siguientes ejemplos para darse cuenta del futuro. En el 2011 CBS anunció que debido a los bajos resultados era el último año que emitía Gran Hermano. Como también Canal 13 en abril pasado anunció que no haría nuevamente Soñando por bailar. Al igual que Telefe dijo que Gran Hermano necesitaba descansar unos años antes de volver a ponerlo al aire. Y la realidad es que Soñando por bailar está en su segunda edición, CBS estrena un nuevo Gran Hermano en abril, y Telefe posiblemente lo vuelva a producir en 2013. Despues de todo se trata de un puñado de participantes que llenan una pantalla y no cobran sueldo. Aunque quizás la p´roxima deban elegir un mejor casting.

Por Juan Pablo Martínez Kolodziej