¿El fin de CUEVANA?



En una nota de agosto de 2011, explicábamos que Cuevana – la plataforma gratuita más exitosa de series y películas online – nace en un contexto cultural especial, en el que no se acostumbra pagar por los contenidos en Internet. Se trata de un proyecto ideado y lanzado a fines de 2009 por tres amigos, oriundos de la provincia argentina de San Juan.

Durante las últimas semanas de noviembre, Cuevana se vió amenazada por varias demandas por parte cadenas de renombre mundial. La cadena Turner logró que la Secretaría Argentina de Comunicaciones y a la Comisión Nacional de Comunicaciones (CNC) bloquearan el acceso desde Cuevana a los links de tres series televisivas que se transmiten por I.Sat: Falling Skies, Bric y 26 personas para salvar el mundo. Por otro lado, el 22 de noviembre pasado el canal estadounidense HBO presentó una causa penal contra el sitio, que pasó a manos de un Juzgado de Instrucción en Buenos Aires. En el ámbito nacional, Telefé no se quedó atrás y denunció al portal por la difusión ilegal de contenidos.

Lo que aún salvaba a Cuevana del hundimiento es que el sitio no almacena los contenidos, sino que facilita los enlaces a ellos. En cuanto a esto, en la Argentina existe un vacío legal que hasta ahora protegió a sus creadores de las acusaciones por violación a la ley 11.723 de Propiedad Intelectual.

En una entrevista a BBC Mundo, el experto en derecho informático Nicolás Tato, explicó: "La ley de derecho de autor establece que comete un delito quien almacena o exhibe copias ilícitas de un material protegido. Pero la norma no aplica a un medio virtual como Cuevana, que es un buscador de material protegido, pero no lo almacena ni lo exhibe".

Sin embargo, el comienzo del nuevo año no trajo alivio al sitio, que con la caída de Megaupload el 19 de enero sufrió uno de los golpes más bajos. Megaupload, al igual que Wupload – que también fue bajada de la red por las autoridades de los Estados Unidos, eran sitios en cuyos servidores se alojaban los contenidos que Cuevana enlazaba. De esta manera, lo que antes protegía al sitio de las demandas legales ahora amenaza su existencia, ya que el funcionamiento de Cuevana depende totalmente de este tipo de sitios a los cuales sólo se proporciona un link.

Ante la pérdida de sitios como Megaupload, que desestabiliza la descarga ilegal de contenidos de internet, Tomás Escobar afirma en una entrevista a TN Tecno: “Cortar una cabeza significa que van a nacer dos o tres más, y la problemática va a seguir. Lo que hay que cambiar es la pregunta, el problema no es Cuevana”

A estas amenazas se suma la llegada al mercado de competidores como Netflix, que ofrecen acceso legal a series y películas a cambio de una cuota mensual. Sin embargo, muchos usuarios de esta plataforma están manifestando su descontento en las redes sociales. Abundan los comentarios de este tipo:




Podría parecer viable la solución de que Cuevana cobre por el uso del sitio, que ya cuenta con 12 millones de usuarios de todo el mundo. Pero Tomás Escobar, uno de los fundadores del sitio, descarta esta posibilidad. Su postura queda confirmada con la de miles de usuarios, que antes de pagar una cuota mensual buscarán la forma de acceder a los contenidos de forma gratuita.

A pesar del vacío que existe en la legislación argentina respecto de la Propiedad Intelectual en Internet, ya existen antecedentes de demandas judiciales exitosas a sitios web. En octubre de 2011 fueron procesados los dueños del sitio Taringa! por facilitar la descarga ilegal de libros.

Cuevana sigue en funcionamiento, aunque el tráfico de usuarios y su satisfacción han sufrido una enorme caída. Mientras los usuarios buscan nuevas formas de acceder a sus series y películas favoritas Tomás Escobar parece haberse resignado: “[Cuevana] no tiene anuncios de publicidad. Tampoco es una empresa y no puede facturar, no tiene formas de ingreso. No te puedo decir que pueda mantenerlo por mucho tiempo más, pero hoy es así”. 

Por Yasmin Reddig



El público otra vez eligió lo simple

Hay muchos factores que hacen al éxito o fracaso de un programa de televisión. Y algunos de ellos no se pueden medir. Puede tenerse el mejor libreto, actor, director, producción… y al momento de ponerse al aire no funciona. El público no hizo conexión con el programa, o como se diría de otra manera: “No hubo química”. Y es que quizás el error no está en los propios productos, sino muchas veces en el horario, o quizás el momento en el cual se estrena, la audiencia está esperando algo diferente. Y el gusto del público se puede seguir, pero muy pocas veces se puede predecir. Es por ello que muchas veces apuntar a lo clásico es la apuesta más segura cuando la situación es de incertidumbre.

En el mes de febrero Telefe y Canal 13 estrenaron sus dos apuestas de ficción adulta para la noche: Dulce amor y Lobo. Ninguna de las dos terminó saliendo como querían sus productores, la diferencia es que ambos consiguieron resultados my diferentes. 



Dulce amor fue concebido como un “culebrón” para la tarde. Una novela de la misma talla de Amor en Custodia, Se dice amor, y otras producciones clásicas de Enrique Estevanez. Telefe calculó tener un Gran Hermano 2012 exitoso en horario central hasta fines de marzo, y lanzar esta ficción para ir conquistando la tarde, contenido que en este momento no hay en esa franja horaria en la tv nacional. Frente a la poca repercusión del reality estrella del canal, la dirección artística de la emisora se arriesgó a colocar un culebrón como Dulce Amor a las 22 hs con todos los riesgos que eso implica. Y aunque la expectativa del público en un principio no fue buena, la novela creció y hoy lidera su horario. Canal 13 hace 2 años experimentó algo similar. Malparida se preparaba como una telenovela clásica para la tarde, y cuando Alguien que me quiera no supo batallar el horario central del canal del solcito, pasaron ésta última a un horario vespertino y la ficción protagonizada por Juana Viale se quedó con el central, liderando ampliamente la franja durante todo el año.

Lobo fue ideada por Pol-ka como una gran apuesta. Una ficción con elementos fantásticos y oscuros, siguiendo la tendencia mundial de las películas y series sobre vampiros con hombres lobo. Luego del éxito de Herederos de una venganza, en la cual se mezclaban elementos de la telenovela con otros de ciencia ficción, Canal 13 buscó doblar la apuesta con una ficción un poco más arriesgada. El elenco no era menor: Gonzalo Heredia como protagonista, luego de descansar un año su imagen después del éxito de Malparida. Y Celeste Cid, personaje controversial y exitoso que venía de la buena aceptación de Para vestir santos. Sin embargo, problemas de salud de la protagonista en los últimos meses del año complicaron a la producción y debieron salir en busca de una nueva figura que la reemplace. El resultado fue que Lobo se terminó lanzando al aire más tarde de lo previsto, y con resultados negativos frente a la competencia. 



De un lado está Dulce amor promediando entre 18 y 20 puntos, del otro está Lobo con 11 a 13 puntos. La primera es un culebrón simple con triángulos amorosos, con personajes que son buenos y otros muy malos. La otra es una novela fantástica, de muy superior realización, pero con elementos algo más complicados que su competencia. Es sabido que el público de las telenovelas no es el mismo que el de las series. Las “vueltas de tuerca” complicadas nunca funcionaron en este género. El Deseo, El Capo, Una familia especial, etc; son casos que demostraron ello. Los que miran culebrones permiten nuevas fórmulas dentro de cada ficción siempre que la trama no sea complicada. Frente a Dulce amor y Lobo la elección es clara. Otra vez, la audiencia eligió lo más simple.

Por Juan Pablo Martínez Kolodziej

El reality: Salvavidas del verano

Gran hermano es el comodín de todos los canales que poseen derechos de este exitoso formato de la productora Endemol. Las primeras emisiones fueron producto estrella de los medios y ocupaban el horario central en la temporada alta de la televisión (en Argentina va de Marzo a diciembre). Sin embargo, a medida que las ediciones fueron transcurriendo la importancia fue decayendo, y hoy día (con lógica) el formato se utiliza para las temporadas bajas en facturación publicitaria. Si bien en apariencia aparenta ser un programa caro, es un gasto que se tiene la primera vez cuando se arma toda la estructura de la casa – estudio. Una vez que eso está montado, se deja allí para que transcurran las diferentes ediciones. Cuando llega el verano y se debe poner en pantalla un show que esté en horario central pero no sea caro de producción, se recurre a los realities. Un puñado de participantes desconocidos sin sueldo sale en pantalla y logra mantener audiencia. Es verdad que hay todo un equipo de producción detrás, pero es sabido que los sueldos más altos los llevan quienes aparecen en pantalla. Éste no es el caso. 



Para esta estrategia Telefe recurre a Gran Hermano, y los canales en el mundo que tienen los derechos hacen lo mismo. Estados Unidos en breve va a lanzar la edición número 14, y en Argentina está emitiéndose la séptima. Sin embargo esta última no trajo los resultados esperados para el canal. Hubo un muy mal arranque, cambio de conductor, y frente al término de Showmatch en la competencia hubo una leve subida en la audiencia general del programa. Pero está lejos de llamarse éxito. Y no se trata sólo de la pantalla fría que tuvo el canal, aunque paulatinamente está calentándose.

Quienes son seguidores del reality argumentaron que el principal error está en el casting. Un reality es como una ficción: Hay protagonistas y actores de reparto. Cuando se eligen los participantes de Gran Hermano se piensa en quienes podrían llegar a ser los protagonistas. Quiénes van a ser los buenos y quiénes los malos. Sobretodo los malos, porque son éstos quienes general los conflictos en la casa. Si no hay malos o problemáticos, no hay obstáculos, no hay argumento. Esto es lo que compromete al público a seguir el programa. Este Gran Hermano estuvo lejos de generar un personaje como el famoso “Cristian U”, y aún más lejos del Gastón Trezeguet de la primera emisión. Ambos despertaban admiración y enojos al mismo tiempo.

En la vereda de enfrente Canal 13 puso también un reality, aprovechando la temporada baja: Soñando por bailar. Este programa, que puede entrar en un nuevo género llamado “Reality de realities”, en la pasada edición no fue un éxito. No generó personajes que sobresalieran y llevaran adelante al programa. Pero este año incorporaron figuras que tuvieron sus 15 minutos de fama en Showmatch, entre ellos los fans de Wanda Nara y Graciela Alfano. Con peleas, llantos e insultos lograron generar empatía en el público multitarget que sigue este tipo de formatos, y el resultado a nivel de audiencia es positivo y bastante mejor que el de la pasada edición.

Frente al fracaso de este Gran Hermano 2012 muchos dicen que es que el formato está agotado. Sin embargo se sigue emitiendo en más de 20 territorios alrededor del mundo. Pero bastan los siguientes ejemplos para darse cuenta del futuro. En el 2011 CBS anunció que debido a los bajos resultados era el último año que emitía Gran Hermano. Como también Canal 13 en abril pasado anunció que no haría nuevamente Soñando por bailar. Al igual que Telefe dijo que Gran Hermano necesitaba descansar unos años antes de volver a ponerlo al aire. Y la realidad es que Soñando por bailar está en su segunda edición, CBS estrena un nuevo Gran Hermano en abril, y Telefe posiblemente lo vuelva a producir en 2013. Despues de todo se trata de un puñado de participantes que llenan una pantalla y no cobran sueldo. Aunque quizás la p´roxima deban elegir un mejor casting.

Por Juan Pablo Martínez Kolodziej

Los Únicos



Año nuevo, televisión nueva… O no tanto. El 2012 se va a encontrar con algunas propuestas nuevas en materia de ficción, aunque en algún caso haya una reposición o segunda temporada de un éxito del año pasado. Es el caso de Los Únicos.

En el 2011 arrancó siendo una tira para toda la familia, en la que un grupo de agentes con superpoderes se disponían a salvar el mundo. La ficción surgió siendo una mezcla de la serie “Héroes” de Universal, con ingredientes de X- Men, y luego dentro de ella un “cocktail” de perfiles exitosos de la factoría Pol-ka: Mariano Martínez, Nicolás Cabré, Nicolás Vázquez, Claudia Fontán, etc. La tira se planteaba ser una comedia de acción que arrancó exitosamente, luego bajó su promedio, y posteriormente lo aumentó nuevamente cuando la producción descubrió que el público infantil y adolescente eran sus mayores seguidores. Es por ello que en un momento bajaron la complejidad adulta de las misiones, dieron mayor importancia a los personajes jóvenes e incorporaron en el reparto a una ex Casi Ángel: Eugenia Suarez. La tira se reforzó y se transformó en el programa elegido por los chicos y adolescentes en el horario central.

Los únicos fue la ficción elegida por chicos y adolescentes en el 2011. Su calidad de producción, el elenco, las historias y transmisión de determinados valores en sus contenidos hicieron de esta tira un éxito. Volvía a algunas fórmulas clásicas de la televisión y el cine, donde héroes y villanos estaban bien definidos, al igual que el bien y el mal. Era inevitable pensar que iba a tener una segunda temporada.

En febrero se estrenó la segunda temporada, pero redoblaron la apuesta para el público adolescente: Los actores mayores desaparecieron, Eugenia Suarez es protagonista, e incorporaron a Emilia Attias (Ex Casi Ángeles) y Brenda Asnicar (Ex Patito feo). Si bien la esencia sigue siendo la misma, las historias son más infantiles. Y eso probablemente haya generado una baja en la audiencia.

En la noche de un canal es muy importante poder agrupar la mayor cantidad de públicos posibles… O dicho de otra manera, no expulsar a ninguno. Entender a la familia unida viendo televisión es el concepto del horario central en la televisión abierta. Lo que logra Los únicos 2012 es consolidar a los adolescentes como espectadores, pero expulsa a los padres que son quienes antes acompañaban a sus hijos. Si se analiza el pasado, hace unos años Telefe se arriesgó a estrenar en horario central un programa dirigido a los adolescentes: Alma Pirata. Duró menos de dos meses en ese horario, porque generó el mismo efecto de Los Únicos 2012.

Pero más allá de este ajuste en el contenido al que Canal 13 seguramente encontrará la manera de manejar, frente a la falta de valores y buen contenido que atraviesa la televisión actual es valorable el aporte de productos como Los Únicos; que una vez más demuestra que en la televisión abierta se puede tener éxito de manera legítima sin faltarle el respeto al espectador.

Por Juan Pablo  Martínez  Kolodziej

Los noticieros y la niñez

Sólo una de cada 10 noticias de la tele, se refiere a niños, niñas y adolescentes. Así surge de la investigación “La niñez en los noticieros”, primera realizada por el OTV junto a la ONG Periodismo Social. Sólo el 12,4 por ciento de las noticias emitidas en los noticieros argentinos hace referencia a niños, niñas y adolescentes. En el resto de las noticias, están ausentes, invisibilizados, pese a representar más del 35% de la población argentina.

Pero, además de este espacio reducido, otro punto triste para destacar es que la violencia es el tema más tratado, con el 43,2% de las noticias y se ubica a más de 20 puntos de distancia de otros temas como Salud y Educación. Además, las notas de Violencia en los noticieros duplican al mismo tema en los diarios, donde ese promedio llega al 25%.



El monitoreo fue realizado entre los meses de septiembre y noviembre de 2011, sobre los noticieros que se emiten entre las 19 y las 21 horas en los cinco canales de aire (América Noticias, Visión 7, Telenueve, Telefé Noticias y Telenoche). Se analizaron más de 600 noticias en más de 20 categorías distintas. Los resultados de esta investigación están además presentados en un documental que contiene las principales noticias analizadas, entrevistas a periodistas, especialistas y académicos que analizan la cobertura de los temas de infancia y adolescencia en los principales medios. El mismo está en disponible: http://www.youtube.com/watch?v=bx9dD3Bk8Aw

Si bien la violencia es la que predomina en las noticias sobre chicos, no está tratada, además, como se debería. Hay ausencia de contextualización, faltan estadísticas, no se cita legislación vigente, en fin, parecería que la violencia y los chicos, juntos, venden en la televisión argentina. Es atractivo para los noticieros mostrar a chicos en situación de violencia, más como víctimas, pero muchas como agentes. Es atractivo mostrar malas noticias sobre chicos y violencia y en general. Sin darse cuenta que también las buenas noticias “venden”. Si pensamos a los noticieros como uno de los pocos programas de la televisión que puede tener a toda la familia delante de la pantalla (a pesar de la indicación obligatoria actual de que algunos de sus contenidos no son aptos para todo público) es una pena que no muestren a casi 15 millones de argentinos en contextos no violentos o de buenos valores. Por supuesto que es noticia que un niño de 10 años entre a un negocio a robar, pero no lo sería más si chicos de 10 años están llevando adelante un trabajo solidario o ganan una olimpíadas de Matemática en el exterior? Lamentablemente las agendas de los noticieros están pobladas de temas invisibles: la discapacidad, el medio ambiente, el trabajo infantil, los deportes, la tecnología, poco figuran como temas de notas o informes especiales dedicados a chicos.

Algo que sí es positivo es que los chicos son escuchados en la tele, es decir, tienen la palabra y son fuentes. La pena es que suelen ser fuente de noticias vinculadas con el delito y no con la promoción de acciones positivas, muchas veces además, sin preservar su identidad o directamente dando informaciones sobre su entorno y biografía que llegan a violar lo permitido por ley.

Desde el OTV, sostenemos que los comunicadores juegan un rol estratégico en cuanto a su responsabilidad social y a su poder para incidir en la agenda pública. Colaborar con el crecimiento de la sociedad, y tomar conciencia de este rol, es un desafío que todo comunicador, y especialmente, el de televisión, debe asumir.

Por Gabriela Fabbro

Los límites y el control


Hace 18 años en Telefé se anunciaba el estreno de una serie adulta que prometía mostrar algo que la televisión nunca se había animado a hacer. La marca del deseo, escrita por Claudio María Domínguez y protagonizada por Gerardo Romano. Era una ficción de tinte policial que mezclaba erotismo, drogas y asesinatos. Luego de la emisión del primer capítulo, el canal decidió quitarla de su programación. Los anunciantes retiraron el apoyo, y la gerencia de programación del canal estaba muy en disgusto por lo que había salido al aire. Esto se dio a tal punto que luego de tomada la decisión, en las tandas del canal se emitían unas placas en las cuales se pedía disculpas al público, argumentando que el producto final no fue lo que originalmente se había concebido y que el canal había cometido un hecho irresponsable. Cabe aclarar que la gravedad de esas escenas, si se emitieran hoy día en la televisión, probablemente no generarían ninguna polémica ya que el público se acostumbró a ver cosas aun más excesivas.

En el año 2004, en el espectáculo de apertura del superbowl en los Estados Unidos, Janet Jackson  y Justin Timberlake hicieron un show en el cual al final, aparentemente de forma accidental, a Jackson se le desnuda un seno. Este hecho hizo que se generara una polémica a nivel nacional y la CBS, responsable de la transmisión del evento, debió pagar una multa de 550 mil dólares impuesta por la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC). Esta fue la infracción más cara en la historia de la televisión norteamericana.  Si bien la cadena comunicó que ese cierre fue accidental ya que en los ensayos de coreografía no estaba previsto, de todas maneras no pudo apelar a la multa ya que la transmisión en vivo tenía 5 segundos de retraso, por lo cual podían haber evitado mostrarlo.

En nuestra televisión también se generó controversia cuando en el año 2007 Nazarena Vélez hizo un topless en el cierre del famoso baile del caño en Showmatch. El COMFER impuso una multa a Canal 13, que después pudieron apelar. En nuestro país se han dado ocasiones en que las multas se canjearon por publicidad oficial.

Hace sólo unas semanas la cadena NBC de Estados Unidos debió cancelar, luego de sólo tres episodios al aire, la emisión de su serie The Playboy Club. Si bien iba después del horario de protección al menor, la FCC nuevamente se puso contra el programa argumentando que un canal de televisión abierta no puede emitir contenidos que atentan contra los valores éticos de una sociedad.  Hace también unas semanas atrás, en un canal de televisión abierta como es Canal 13 y en un programa que mira “toda la familia” se emitía en nuestro país un baile de strip tease y posiciones sexuales que finalizaba con su protagonista completamente desnuda en una bañera, y con sus genitales mostrados evidentes gracias a un plano considerable.  A diferencia de hace 18 años atrás, ninguna autoridad pidió disculpas al público, ni a los menores, ni a los millones de personas que miran el programa cada noche.  El argumento es que “se emitió fuera del horario de protección al menor”.


Las ondas de televisión abierta son propiedad del Estado, y tienen la gran capacidad para informar y entretener a todas los tipos de audiencias y clases sociales, ya que todos tienen acceso a ellas. Esto como contrapartida, otorga un poder y responsabilidad para aquellas empresas que tienen las concesiones con respecto a lo que emiten. Por algo existen entes reguladores sobre lo que sale al aire para que lo que se emite no atente de forma negativa contra el espectador. Para muchas personas lo que ocurrió en Showmatch hace unas semanas fue un acto de violencia hacia la integridad de los menores. La nueva ley de medios manifiesta que las multas aplicables en estos casos es proporcional al dinero que haya recaudado el canal en concepto de publicidad. Quienes conocen el tema afirman que Artear debería pagar por este hecho una suma de casi 7 millones de pesos, casi 1.7 millones de dólares, ya que se considera que hay varias infracciones contenidas en una misma emisión. Pero aún no se tomó una decisión final, aunque de todas formas es paradójico que Argentina supere en récord a Estados Unidos en la infracción más cara de la televisión, considerando que el mercado americano es decenas de veces más grande en facturación que el local.

No se trata de actos de censura (tal como muchos dicen cuando salen a defenderse) sino de actos de control. La comparación anterior con los hechos ocurridos en Estados Unidos es debido a que en ese país el Estado exige que esa televisión a la cual tiene acceso la población entera, tiene libertad con respecto a lo que emite, pero hay ciertos márgenes que no puede bordear o pasar. En nuestro país existe lo mismo, pero los canales no parecen correr ningún tipo de riesgos ya que los límites se exceden cada vez más, porque las infracciones se arreglan de otra manera.  Por algo hoy sería impensable, a diferencia de hace 18 años atrás, que un canal cancele un programa luego de su primera emisión porque considera que se excedió en el contenido… Y más aún que posteriormente aparezca una placa en tandas pidiendo disculpas al público.

Por Juan Pablo Kolodziej

Volvimos a los dorados años 60


Los años 60, escenario de la lucha por los derechos civiles, la Guerra Fría y antesala de la revolución sexual, una época en la que las mujeres estaban comenzando una tímida batalla por sus derechos, pero aún era vistas como ama de casa y objeto sexual. Éste es el marco de la serie más exitosa desde hace cuatro años: Mad Men.



Los logros de esta serie y la nostalgia por los lujosos años 60 de Norteamérica han generado la ambición de varios productores que se lanzaron al tratamiento de la época.

El primer intento fue The Playboy Club, enfocada en las conejitas PlayBoy y el entorno que acompañaba al famoso club en los años 60, entre los que se encontraban artistas, mafiosos, políticos y algunos de los hombres más poderosos de Chicago. Sin embargo, la serie de NBC fue este mes cancelada luego de sólo tres capítulos debido a los reclamos del Parents Television Council (Consejo Televisivo de Padres), quienes presionaron a los anunciantes para que retiraran su publicidad de la serie y argumentaron que el contenido atentaba contra la y moral y las buenas costumbres. Queda claro que esta asociación de padres tiene muchísimo poder en los Estados Unidos, ya que pronto lograron su objetivo, aunque los bajos números de audiencia del programa no ayudaron mucho a mantenerlo en la pantalla. El primer episodio de The Playboy Club registró únicamente 5 millones de espectadores y el segundo capítulo, 3,8 millones.

Probablemente no haya una serie ambientada en los años 60 que pueda desbancar a Mad Men del lugar que ha alcanzado. La serie fue lanzada por AMC en julio de 2007 y el pasado 17 de octubre finalizó con éxito su cuarta temporada. Su excelencia no se debe únicamente a la gran actuación de Jon Hamm, quien encarna a Don Draper, director creativo de una exitosa agencia de publicidad. Toda la producción es una obra de arte que sumerge al espectador en otra época y no le deja dudar ni un momento de la verosimilitud de las escenas. La ambientación y el vestuario están cuidados hasta el más mínimo detalle y transmiten con claridad el ambiente de la época: una realidad en el que los vicios, específicamente el cigarrillo y el alcohol, y el adulterio no son necesariamente mal vistos/son moneda corriente y en el que los hombres ostentan el poder mientras las mujeres cumplen el rol de ser una especie de accesorio siempre impecable.

Sin embargo hoy la atención de muchos está puesta en Pan Am lo que podríamos llamar el segundo intento de este año por competir directamente con Mad Men. Jack Orman, creador de Pan Am, admite que Mad Men allanó el camino para su serie, ya que demostró que los ´60 funcionan para la audiencia de hoy.

El primer episodio de Pan Am se estrenó el pasado 25 de septiembre por la cadena ABC y por el momento ha recibido buenas críticas. Es la historia de las azafatas de la famosa compañía aérea de la época, Pan Am World Airways, y cuenta con el primer protagónico en televisión de la prestigiosa actriz Christina Ricci. Se trata de mujeres que buscan en Pan Am una forma de conocer el mundo, tomar las riendas de sus vidas y postergar por un tiempo la inevitable vida de casada. Son, como lo dice uno de los personajes en el piloto una “nueva raza de mujer”.

Las series ambientadas en los años 60 representan una gran oportunidad para las cadenas televisivas. Atraen a espectadores de todas las edades, ya que la nostalgia de los mayores los lleva a identificarse con los personajes, mientras los menores se sienten atraídos por el estilo retro y por la curiosidad de saber cómo fue la época de sus padres.

Aún está por verse si Mad Men se queda con todos los honores o si Pan Am resulta una ardua competencia. Probablemente los tres capítulos de la producción más reciente no sean suficiente para realizar una proyección acertada.

Por Yasmin Reddig